Las empresas de arrendamiento financiero son entidades que compran activos para ofrecerlos en renta durante un tiempo determinado a individuos o corporaciones, a cambio de pagos fraccionados que cubren el costo de compra, intereses y otros gastos asociados. Al concluir el contrato, los usuarios tienen tres alternativas: a) Adquirir el activo a un precio inferior al de compra. b) Renovar el contrato, abonando una cantidad reducida. c) Colaborar con la empresa en la venta del activo, dividiendo las ganancias obtenidas.